Posiciones para amamantar
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Posiciones para amamantar

Si eres mamá por primera ocasión o estás a punto de serlo, es normal que en el momento menos esperado te asalten ciertas dudas que pueden tener un cierto cariz de ansiedad. Una de las más comunes es, ¿cómo voy a saber amamantar al bebé si no he tenido una experiencia anterior?… y de ella, derivan algunas más: ¿cuál será la posición adecuada para hacerlo?, ¿cómo actuar en caso de que el bebé no esté cómodo? o peor aún, ¿qué pasaría si una mala posición llegara a lastimarlo(a)?

Sabemos que pasar por ese periodo de incertidumbre en el que todo te angustia, incluso sin razones objetivas para ello, es difícil, pero debes saber que muchas de esas inquietudes se disipan sobre la marcha y que la naturaleza –a veces también llamada instinto materno– siempre jugará a tu favor no solo en el proceso de amamantar, sino en todos los aspectos de la relación que tendrás con tu bebé.

Por ello, no es de extrañar que en la medida en que te adaptes a las rutinas de cuidado esos temores se descarten por sí solos y notes lo poco probable que resulta, por ejemplo, lastimar al recién nacido por un mal acomodo.

Sin embargo, para que estés más tranquila, queremos presentarte una guía con algunas curiosidades y también consejos útiles para cuando llegue el momento de alimentar a tu pequeño:

  • Se entiende por “postura” la que tú asumes para amamantar, mientras que “posición” se refiere a aquella en la que se coloca al bebé antes de alimentarlo.
  • Debes saber que pasarás muchas horas del día amamantando, por lo cual es conveniente disponer de un sillón o espacio cómodo para hacerlo en casa y, de ser posible, contar con una almohada para amamantar, que te permitirá recargarte o sostener a tu hijo(a) de una manera más sencilla y segura.
  • Puedes amamantar con la espalda recta, o bien, más inclinada hacia atrás, pero nunca debes hacerlo encorvada hacia el bebé.
  • Es importante verificar que la succión sea correcta. Para determinarlo, deberás cerciorarte de que su boca esté bien abierta, la lengua bajo el pezón y que su nariz y barbilla toquen el pecho.
  • Si de pronto te inquieta el pensar que el bebé pueda ahogarse mientras se alimenta, puedes estar tranquila: en realidad, la estructura de la nariz de los bebés permite que respiren incluso cuando aparentemente sus fosas están por completo pegadas al pecho materno.
  • Como ocurre en el caso de otros mamíferos, en los seres humanos existe un instinto de “agarre” y postura biológicos que hacen posible el que tu bebé pueda alimentarse por sí solo sin que debas hacer más esfuerzos que sostenerlo.
  • Para hacer más confortable la etapa de lactancia, contar con la lencería adecuada es crucial; por eso en el catálogo de Mama Mía ponemos a tu disposición una variedad de modelos de brasieres y blusas de lactancia. Visita nuestro sitio y adquiere todo lo que necesitas para que esta hermosa etapa te encuentre preparada.