Luego del parto, una de las preocupaciones más comunes entre las mujeres es empezar un régimen alimenticio que nos ayude a perder peso. Sin embargo, es necesario ser honestas con nosotras mismas en cuanto a cómo sí y cómo no es posible lograrlo.
Para acompañarte en este proceso y porque una dosis de realismo no sienta mal a nadie –sobre todo cuando se buscan resultados concretos– aquí te diremos algunas de las verdades no tan cómodas, pero necesarias sobre las dietas postparto:
- La regla que dice que “los cuerpos de playa se hacen durante el invierno” también es aplicable al cuerpo que tendrás después del parto, y no porque durante el embarazo te dediques a hacer ejercicio como fitness blogger o te impongas un régimen dietético imposible; todo se trata de ser congruente: es lógico que estando embarazada ganarás algunos kilos que no corresponderán con el peso del bebé, sino con los ajustes que ocurren en tu organismo con el propósito de albergarlo, protegerlo y nutrirlo.
- El error está en pensar que durante el embarazo la mujer puede comer por dos personas y obedecer indiscriminadamente a sus antojos porque “el bebé lo necesita”; ninguna de estas creencias tiene fundamento y, aunque cueste aceptarlo, las mujeres que ganan menos peso durante el embarazo tienden a adelgazar mucho más rápido después del parto.
- Enlazado con lo anterior, lo ideal es que mantengas una dieta equilibrada antes, durante y después. Para ello requerirás la asesoría de un especialista en nutrición y será muy conveniente que consultes a tu endocrinólogo, dado que los mecanismos de pérdida o aumento de peso guardan una relación muy estrecha con el tipo de metabolismo de cada persona.
- Por otro lado, debes saber que no es aconsejable iniciar una dieta hipocalórica durante los primeros meses después del parto y mucho menos si has decidido amamantar. Esto debido a que tu cuerpo necesitará unas 500 calorías adicionales por día para producir leche materna y recuperarse de los esfuerzos del parto.
- Aunque el régimen a seguir deberá ser personalizado, en líneas generales se aconseja una dieta rica en proteínas de origen animal, siempre y cuando procedan de carnes blancas bajas en grasas y lácteos desnatados. De igual manera, las proteínas de origen vegetal serán una excelente opción. La dieta deberá incluir además varias porciones de cereales integrales, frutas y verduras, abundante agua y prescindir de lo evidente: las grasas saturadas, las harinas blancas y el azúcar.
Finalmente, puedes complementar tu régimen de alimentación y ejercicio utilizando una buena faja postparto e incluyendo en tu rutina de cuidado personal una crema reductora y tonificante de buena calidad. En Mama Mía contamos con estos y otros artículos que te ayudarán a verte y sentirte mejor en el camino a recuperar tu figura. Visita nuestro sitio y cumple tu propósito.