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Si acabas de recibir la noticia de que vas a convertirte en mamá, es natural que muchas emociones te asalten, entre ellas la curiosidad por saber cómo será tu bebé, con quién de la familia compartirá rasgos físicos y cuáles serán sus expresiones.

Incluso puede ocurrir que durante las primeras semanas, cuando todavía no es posible conocer el sexo del bebé, llegues a soñar que ya ha nacido y sientas que lo reconoces profundamente en la imagen de ese niño o niña que se te ha presentado mientras dormías.

Este tipo de experiencias, producto de las emociones que conlleva el embarazo, también provocan que te preguntes cómo saber si es niño o niña, aunque no haya transcurrido el tiempo necesario para conocer por métodos científicos (el análisis de sangre, la ecografía y la biopsia corial, entre otros) el sexo del bebé.

Sin embargo, antes de esas veinte semanas que de rigor impone la tecnología a nuestra incertidumbre, la intuición femenina y las supersticiones tradicionales en cuanto a cómo averiguar si viene en camino un niño o una niña, nos dan respuestas.

Por eso, a continuación te contaremos sobre algunos métodos “caseros” que les permitirán a ti y a tu familia jugar un poco y fundamentar sus suposiciones. Sobra decir que nada de esto tiene una base científica y que más allá de la intención de acudir a la clínica para saberlo, será indispensable que durante todo el embarazo visites a tu médico en las fechas establecidas.

Dicho esto, ¡vamos a divertirnos un poco y que empiecen las apuestas!:

• El test de la col morada: por la noche, deberás hervir una col y guardar el agua de la cocción. Al día siguiente, vierte unas gotas de tu orina en esta agua. Si notas que el color morado permanece, tendrás un niño, mientras que si el agua se colorea de rosa, será una niña.
• La prueba del ajo: este es, quizá, uno de los métodos que dejarás al final en tu lista de opciones, pues consiste en comerte un diente de ajo y esperar. Si después eso, tu piel desprende un olor fuerte, tendrás un niño, pero si tu aroma no cambia, será una niña.
• La forma de tu vientre: este es uno de los métodos más populares. Consiste en observar la forma que va tomando tu cuerpo a medida que avanza el embarazo. Si tu pancita es redonda, será una niña, mientras que, si termina en punta, será un niño.
• El tipo de antojos: respecto a esto, se cree que si tienes más antojos dulces es porque esperas una niña, en tanto que, si tus antojos son salados, tendrás un varoncito.
• Por numerología gitana: la fórmula es sencilla; deberás sumar tu edad con el mes en que quedaste embarazada. Si el resultado es par, tendrás un niño o, si es impar, una niña.

Como hemos dicho, estas prácticas tradicionales no ofrecen una respuesta seria, pero pueden ayudarte a mejorar tu estado de ánimo y a convivir con tus seres queridos durante esta etapa.

De igual manera, conviene adoptar hábitos que te hagan sentir cómoda en medio del proceso. En este sentido, una renovación de tu guardarropa y batería cosmética es otro proyecto que puedes emprender y que con toda seguridad te hará sentir mejor, por eso, en Mama Mía contamos con todo lo que necesitas para lucir y sentirte en las mejores condiciones antes de conocer a tu bebé. Visita nuestro catálogo y prepara tu ajuar de maternidad.