Posiblemente, uno de los problemas que requieren mayor cuidado durante la lactancia sea el tener los pezones agrietados como consecuencia de las tomas frecuentes de leche.
Lo anterior no obedece a que este sea un tema complejo, sino al hecho de que, por estar amamantando, no podrás tomar ningún medicamento para calmar el escozor, la resequedad y los dolores en la zona. De ahí que la solución más adecuada para no suspender la rutina de alimentación de tu bebé ni resentir más de la cuenta esta etapa, sean los remedios naturales.
Por ello, a continuación te diremos cuáles son los más efectivos y de qué manera te ayudarán a sentirte mejor:
- Leche materna: he aquí la prueba de que la naturaleza es sabia y aunque se lea extrañísimo, la leche materna tiene propiedades que ayudan a calmar la hinchazón, resequedad y los sangrados ocasionales en los pezones. Además, sirve para prevenir infecciones y contribuye a la regeneración de la piel. Todo lo que tienes que hacer para utilizarla con fines curativos es humedecer con ella un algodón, colocarla como lo harías con un aceite o ungüento sobre los pezones y dejarla secar de manera natural después de haber dado el pecho.
- Aceite de árbol de té: este producto natural acelera la curación de las lesiones gracias a sus propiedades antisépticas, antimicrobianas y desinflamatorias. Deberás usarlo dos o tres veces al día luego de verter unas gotas en medio vaso con agua tibia, mezclar y humedecer el algodón con el que lo aplicarás sobre tus pezones.
- Caléndula: por sus cualidades como antiséptico, antibacterial y antiinflamatorio, su aplicación por vía tópica es uno de los remedios más populares para este problema. El modo de uso es sencillo: únicamente deberás triturar varias de sus flores hasta formar una pasta y aplicarla como si fuera una crema en la zona a tratar. En seguida, hay que esperar unos minutos hasta que seque y retirarla con agua tibia. Para ver resultados más pronto, se recomienda utilizarla dos o tres veces al día.
- Aloe vera: casi podría afirmarse que este es el elixir curativo por excelencia en el reino vegetal. El gel del aloe vera se caracteriza por un efecto cicatrizante y reparador, lo que hace de él una excelente opción en estos casos. Para aplicarlo solo deberás tomar un poco en tu mano y colocarlo en la zona a la manera de una pomada. Luego, esperar unos minutos hasta que la sustancia se absorba, enjuagar con agua tibia los residuos y repetir el procedimiento dos o tres veces al día.
- Ropa interior adecuada: los sostenes de lactancia no únicamente son recomendables por la facilidad con que se abrochan y desabrochan en el proceso de amamantar; también han sido confeccionados a partir de materiales que, por su suavidad y elasticidad, evitarán una mayor inflamación en tu piel. Es por eso que durante el embarazo resulta una buena idea hacerte con algunas de estas prendas.
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